“Echan la mezcla acuosa en el sebucán, ancho cilindro de hojas de palma retejidas cuyo extremo se retuerce con un tremojo para exprimir el almidonoso jugo de la rallada”. La Voragine. Quisiera tener una tirita roja para recordar todos los detalles que no logré consignar en la libreta de apuntes o en el cuaderno maltrecho…