Si tuviera el talento desarrollado para componer canciones, para elaborar esculturas o para recitar poemas, el llano seria el punto de inspiración para iniciar cualquier obra artística, como sé que no poseo ninguna de estas cualidades voy a describir el Vichada con una palabra que en lengua Sikuani se utiliza para referirse a la cualidad del territorio y que no traduciré textualmente en esta lectura.
Al llegar a este Departamento sea por río, aire o tierra se observa una gran riqueza natural a lo largo de miles de kilómetros de llanura, palmas de moriche, esteros, árboles frutales y morichales son el común denominador de esta región, sin mencionar la gran cantidad de especies animales que se pueden observar en un periodo corto de tiempo, por ejemplo la variedad de especies voladoras que se pueden ver con colores, picos, tamaños y plumas distintos, y ¡únicamente son aves!
Cuando un citadino tiene la oportunidad de vivir e interactuar con la naturaleza de una forma tan sublime, comienzan a surgir momentos de reflexión internos que no solo lo ayudan a crecer como persona, también lo induce a proteger esta riqueza a la que todas las personas tenemos derecho a disfrutar, o por lo menos esto fue lo que me sucedió internamente durante el poco tiempo que logre estar en esta región.
Ahora la cantidad de ríos con agua de excelentes calidades, el compromiso de las personas por trabajar y mejorar su región, el clima, la pureza del aire y el excesivo verde sabanero, permiten analizar el buen territorio que permanece relativamente intacto a pesar de la intervención humana, por tal motivo creo que el Vichada es territorio nuevo que nunca envejecerá mientras se cuide de él, un inmenso lugar para implementar modelos de cambio que se puedan replicar no solo en nuestro país sino alrededor de regiones con bastantes necesidades insatisfechas.