El Vichada, su cielo, su suelo y su agua, me regalaron dos cosas fundamentales: una confirmación intelectual y un “recorderis» espiritual. La primera tuvo que ver con una postura relativista, que, a pesar de permear fuertemente el trasfondo de mis posiciones epistemológicas, suele ser difícil de materializar en acciones y percepciones inmediatas sobre modos de…