“Vivimos en el pasado.
Existe un presente y un futuro.
En el camino no podemos tirar la caña solo para atrás,
hay que lanzar para adelante sin perder nuestra cultura,
manteniendo la identidad, soberanía y autonomía de nuestro territorio”
(Merardo Andueza. 2014)
Un camino que conduce a la enseñanza, nuevas experiencias por descubrirse, de expresiones venidas del corazón y sentidos que perciben una naturaleza que se expresa con su singular aroma para desbordar una belleza inigualable, trasciende al despertar de pasiones escondidas para invadir un alma dispuesta a servir.
Ese es el escenario, y navegando sobre el río Meta, viendo la extensa sabiduría de la naturaleza, pensando en cómo una corriente puede contener grandes cantidades de agua, que fluye con continuidad y que por más impactos recibidos por el hombre esta se niega a desaparecer, fue el momento en que ese pensamiento se transformó y la naturaleza respondió. Una respuesta acompañada de una brisa fresca anunciaba que habíamos encallado en aguas poco profundas ofreciendo asombro a sus tripulantes por lo sucedido.
Alrededor de 40 personas navegábamos con destino a La primavera, y alrededor de 35 desembarcamos a la mitad del río para empujar y poner en curso nuevamente nuestro transporte. Un gran trabajo en equipo comandado por cuatro Arquitectas, que con gran liderazgo marcaron la ruta y daban las indicaciones de conteo, proporcionando organización al grupo dirigido y contundencia por la ruta señalada.
Sin lugar a duda fue un momento de aventura para disfrutar, pero también fue un momento de preocupación para reflexionar.
Reflexión que apunta al cuidado del territorio que habitamos y visitamos, y así como la naturaleza se pronuncia y solicita apoyo en defensa de su soberanía, así lo hace la Organización Resguardo Indígena Gavilán Pascua (ORIGPA) que a través de estos dos años y medio de trabajo con Profesionales Amigos se han fortalecido los valores culturales y el conocimiento tradicional. Lo que en un inicio fueron solicitudes por entender la cosmovisión de un mundo lleno de fenómenos ajenos a sus costumbres y nuevas formas de organización y producción fuera de su tradición, hoy son interpretaciones de razón y comprensión para entender cómo los mecanismos de dominación económica y social pueden deteriorar un territorio, una sociedad y porque no una cultura.
Las interpretaciones a las que hago mención son resultado de la conformación de un equipo humano dispuesto a ofrecer todos sus sentidos y sus conocimientos, resultado de una relación social sólida que comparte la preocupación por evitar que un pueblo, un territorio y una cultura desaparezca, y resultado de la perseverancia que busca contribuir a la construcción de paz y convertir los hechos de violencia en una memoria que rinda homenaje a las batallas de aquellos guardianes de la tierra.
Partiendo del respeto por las comunidades e interpretaciones a partir de su cosmovisión es importante entender que los conocimientos ancestrales, y transmitidos a nuevas generaciones, están ligados a una historia y esa historia es legado cultural. Legado de aprendizaje para evaluar nuestra posición personal y profesional para definir los propósitos que van a acompañar un contexto social, cultural, político y social que solicita la presencia de grandes profesionales en campo.
No hay duda que un mundo mejor sí es posible, si se resalta que los conocimientos ancestrales son clave no sólo para la supervivencia de los pueblos originarios del planeta sino para la supervivencia y prosperidad del mundo. Es de esta manera como se responde a la necesidad de pensar un mundo sostenible, partiendo de una planeación de vida y no sólo de una planeación económica y administrativa.
Se trata entonces de una deconstrucción, en la que su intervención debe partir de un proceso de acompañamiento que haya planeado, proyectado y diseñado una estrategia de desarrollo con identidad desde las autoridades tradicionales y sus participantes. Es por ello, que sólo el testimonio de trabajo, compromiso y acción sin daño, orientados a canalizar unas capacidades para producir sus medios de existencia son sinónimos de pensamiento + acción.