Después de unos largos meses de trabajo, partimos al Vichada un grupo de profesionales amigos; cada uno con roles y responsabilidades distintas, para lo que sería la VII jornada de apoyo local en el Reguardo Gavilán la Pascua. Esta vez tuvimos la oportunidad de conocer el territorio en temporada de invierno, y ¡Oh, sorpresa!, la que nos llevamos. Al ver la infinita sabana adornada con abundantes y verdes pastos, aves por doquier, ríos en su máximo esplendor, fuertes lluvias y largos caminos de difícil acceso. Lo que nos permitió percibir otra realidad; realidad que implica nuevos retos.
Ya dentro del resguardo; recordé que allí el mundo se percibe diferente, dejas rápidamente el ritmo de la ciudad y en compañía de la naturaleza, estás dispuesto a aprender cosas nuevas y a pensar de manera más consiente. Lo cual me hace agradecerle a la vida por permitirme tener la oportunidad de compartir mis conocimientos y vivencias en este lugar, al lado de personas maravillosas con un objetivo común; que es crear un mundo mejor.
Durante toda nuestra estadía en el resguardo, tuvimos el privilegio de compartir el diario vivir de las comunidades bello horizonte y el progreso, las que nos hicieron parte de su familia; permitiéndonos así, acercarnos más a la comunidad en espacios diferentes a los talleres. Lo que me confirmó que el Resguardo Gavilán Pascua además de ser un lugar que habitan personas maravillosas, trabajadoras, humildes y con muchos conocimientos, es un lugar de formación; donde podemos realmente compartir lo que sabemos y a cambio recibir mucho más para seguir compartiendo. Y esta jornada fue el vivo ejemplo de esto; pues tuve la oportunidad, no solo aprender de las personas de la comunidad sino también de cada uno de los integrantes del grupo de profesionales amigos; un grupo que llego con distintas actividades e ideas sobre el techo, el vestido y la alimentación. Ideas que poco a poco terminaron complementándose, al punto de construir juntos nuevos proyectos y por lo tanto nuevos compromisos.
Nos fuimos con la satisfacción de haber realizado un buen trabajo en pro de ese sueño, que es el plan de vida de Resguardo Gavilán Pascua; reflejando en los compromisos que adquirieron cada una de las comunidades, un pañete que simbolizó el trabajo en equipo y una canción que resume la esencia de este proyecto; el cual día a día seguimos construyendo.
Después de unos largos meses de trabajo, partimos al Vichada un grupo de profesionales amigos; cada uno con roles y responsabilidades distintas, para lo que sería la VII jornada de apoyo local en el Reguardo Gavilán la Pascua. Esta vez tuvimos la oportunidad de conocer el territorio en temporada de invierno, y ¡Oh, sorpresa!, la que nos llevamos. Al ver la infinita sabana adornada con abundantes y verdes pastos, aves por doquier, ríos en su máximo esplendor, fuertes lluvias y largos caminos de difícil acceso. Lo que nos permitió percibir otra realidad; realidad que implica nuevos retos.
Ya dentro del resguardo; recordé que allí el mundo se percibe diferente, dejas rápidamente el ritmo de la ciudad y en compañía de la naturaleza, estás dispuesto a aprender cosas nuevas y a pensar de manera más consiente. Lo cual me hace agradecerle a la vida por permitirme tener la oportunidad de compartir mis conocimientos y vivencias en este lugar, al lado de personas maravillosas con un objetivo común; que es crear un mundo mejor.
Durante toda nuestra estadía en el resguardo, tuvimos el privilegio de compartir el diario vivir de las comunidades bello horizonte y el progreso, las que nos hicieron parte de su familia; permitiéndonos así, acercarnos más a la comunidad en espacios diferentes a los talleres. Lo que me confirmó que el Resguardo Gavilán Pascua además de ser un lugar que habitan personas maravillosas, trabajadoras, humildes y con muchos conocimientos, es un lugar de formación; donde podemos realmente compartir lo que sabemos y a cambio recibir mucho más para seguir compartiendo. Y esta jornada fue el vivo ejemplo de esto; pues tuve la oportunidad, no solo aprender de las personas de la comunidad sino también de cada uno de los integrantes del grupo de profesionales amigos; un grupo que llego con distintas actividades e ideas sobre el techo, el vestido y la alimentación. Ideas que poco a poco terminaron complementándose, al punto de construir juntos nuevos proyectos y por lo tanto nuevos compromisos.
Nos fuimos con la satisfacción de haber realizado un buen trabajo en pro de ese sueño, que es el plan de vida de Resguardo Gavilán Pascua; reflejando en los compromisos que adquirieron cada una de las comunidades, un pañete que simbolizó el trabajo en equipo y una canción que resume la esencia de este proyecto; el cual día a día seguimos construyendo.